Uno de los problemas a los que más frecuentemente nos enfrentamos en nuestra empresa es a la diferente interpretación de un mismo sitio web que hacen los diversos navegadores usados por los usuarios.
Unos navegadores más (Internet Explorer) y otros menos (Chrome, Safari o Mozilla) hacen caso omiso a los estándares HTML y CSS creados por la W3C haciendo que una misma página se vea correctamente en unos navegadores y francamente mal en otros.
Pues bien, ahora, como estudio de diseño web, nos encontramos con otro gran problema: la evolución del HTML y CSS a HTML5 y CSS3. Estas últimas actualizaciones han supuesto un incremento extraordinario en cuanto a posibilidades. Y es que ahora, con dichas tecnologías, podemos conseguir una interacción y unos efectos que hasta hace poco eran impensables.
Pero claro, cada empresa ha desarrollado un navegador que interpreta el estándar de una u otra manera. Además nos encontramos con otro de los problemas más frecuentes: muchos usuarios utilizan navegadores antiguos. Navegadores que no son capaces de interpretar estos estándares haciendo que la web se vea mal o simplemente no se vea.
Entonces, ¿cómo podemos pensar en diseñar usando HTML5 y CSS3 si muchos usuarios no verán bien dicha web?. Pues me temo que, a estas alturas, vamos a tener que «obligar» a los usuarios a actualizar su navegador. No podemos seguir desarrollando usando herramientas antiguas, con menor potencia y con menos posibilidades por que existan usuarios que se niegan – por pereza o por desconocimiento- a actualizar su navegador.
Desde nuestra empresa siempre intentamos explicar a nuestros clientes los navegadores por los que se deben decantar (nunca por Internet Explorer), además de hacerles ver lo importante que es actualizar dicho navegador para poder disfrutar de una mejor experiencia de navegación a la vez que se evita problemas de seguridad. Hoy por hoy nuestro navegador es una herramienta indispensable y debemos estar prevenidos y actualizados.
En definitiva, nosotros ya apostamos por estas tecnologías. Tecnologías con las que podremos incrementar la calidad del producto que entregamos a nuestros clientes, que es, al fin y al cabo, nuestra máxima prioridad.
